Cuando era pequeña mi madre me regaló un libro con los mejores cuentos de Astrid Lindgren. Lo leí y lo releí hasta la saciedad, ¡me encantaba! Y mis favoritos eran los cuentos de invierno, de Navidad. Estaban ambientados en Suecia, de modo que describían unos inviernos muy diferentes a los que yo había visto, allí había nieve, trineos, los niños esquiaban todo el día...me parecía el paraíso.
Se me debió quedar la fijación de alguna manera porque, que yo recuerde, siempre he querido vivir una Navidad de esas. Con su árbol decorado enorme, sus montones de nieve y sus bastones de caramelo.
Claro, venir a Canadá en estas fechas prometía mucho pero andaba un poco preocupada...¿y si no nieva hasta enero? Leía blogs de gente en Canadá para ver si tenían nieve en diciembre, y miraba las estadísticas de nevadas de otros años. Ains...parece que sí habrá, pero a veces la nieve se retrasa. ¡Anda que si me voy sin haber visto nieve!¡Menudo disgusto!
Por suerte (esto sólo lo digo yo, preguntadle a la gente de aquí a ver qué opinan) este año la nieve ha llegado muy prontito, y a día de hoy estamos tal que así :D
¡¡Y puedo divertirme haciendo ángeles de nieve!!
Esto ha sido a -11º (Celsius) y, la verdad, no se estaba tan mal. Para un ratito.
